El diagnóstico y el tratamiento de la locura han sido presentados como procedimientos que sistemáticamente se han venido depurando como acciones médicas basadas en preceptos netamente clínicos, semiológicos y científicos. Sin embargo, como en ninguna otra especialidad médica, en la psiquiatría existe un importante rol desempeñado por factores externos a la relación médico-paciente en el diagnóstico como en el tratamiento de las enfermedades mentales. Si bien las teorías psicopatológicas describen procesos psíquicos más o menos discretos, lo cierto es que cada vez es más evidente que el contexto social aporta elementos significativos en el diagnóstico de las enfermedades mentales. Es por ello que se busca vincular a las concepciones técnicas y científicas de la psiquiatría dos elementos de la realidad social que juegan un papel significativo en el diagnóstico y el tratamiento de la locura: la familia y el trabajo. Los cuales se han podido asociar como puntos significativos en la valoración médica de la locura y con lo cual se amplía el espectro de las valoraciones técnicas y científicas hacia el ámbito de los juicios sociales. Estas suposiciones son soportadas por las evidencias halladas en las historias clínicas del Manicomio Departamental de Antioquía.
José Andrés Felipe Silva Mantilla, Universidad de Antioquia (Colombia)