Las prisiones de la locura

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Presentamos la reciente publicación del libro de Omar Alejandro Bravo titulado Las prisiones de la locura, la locura de las prisiones. La construcción institucional del preso psiquiátrico, recientemente publicado en España por la Editorial Grupo 5 en la colección Salud Mental Colectiva que dirige Manuel Desviat.

En estos tiempos, cuando en España y en buena parte del mundo los gobiernos tienden a endurecer las medidas de seguridad, esgrimiendo de nuevo la amenaza del otro, el disidente, el loco, el marginado, el inmigrante…, y su supuesta peligrosidad social, es de gran interés la lectura de este libro de Omar Bravo, que, a través del estudio de la situación de los presos con problemas de salud mental en las cárceles de Brasil y Colombia, desvela la institucionalización de una maquinaria sanitaria y jurídica, pretendidamente rehabilitadora, pero destinada en realidad a ocultar las fallas del sistema social (Manuel Desviat)

CONTENIDO
1. La confluencia del derecho penal y la psiquiatría en torno a la figura del sujeto peligroso.
La afirmación de la figura del sujeto peligroso en el derecho.
La institucionalización de la figura del sujeto peligroso en la psiquiatría.
El producto de esta confluencia discursivo-institucional.
2. El proceso de aparición de los manicomios judiciales en Brasil y Colombia.
El surgimiento de los manicomios judiciales en Brasil.
La aparición de los manicomios judiciales en Colombia.
3. Análisis de los casos
Criterios de evaluación de peligrosidad.
Análisis de los casos: Primitivo y peligroso // Peligroso por falta de familia // El drogado peligroso // El peligroso latente // Extremadamente peligroso // Peligroso por rebelde // El peligroso pecador // Peligroso por mentiroso // Tutelado por peligroso // Familiarmente peligroso.
Otros discursos, las mismas prácticas: el Manicomio Judicial H. Carrilho de Rio de Janeiro

Extracto del Prólogo (Rafael Huertas)
Omar Alejandro Bravo centra su análisis en la creación de los manicomios judiciales en Brasil y en Colombia, dos países latinoamericanos que conoce bien, y que de algún modo recogen y adaptan toda una tradición histórica. Los análisis de casos, correspondientes a sujetos en régimen de medidas de seguridad en una cárcel próxima a Brasilia, ofrecen una perspectiva diferente y muy esclarecedora de lo que supone el diagnóstico “peligrosidad”. Es evidente que la etiqueta diagnóstica ejerce una inusitada violencia sobre el paciente mental; todos sabemos la capacidad estigmatizante y cosificadora que puede llegar a tener un diagnóstico psiquiátrico, pero cuando este es el de “peligrosidad” (que, obviamente, no es un concepto psicopatológico), el juicio clínico pasa a ser una valoración moral y social que nada tiene de científico. Pienso que esta peligrosidad social tiene que ver, al menos en buena medida, con las ansias de “seguridad” del estado liberal (y neoliberal). La necesidad de mantener el “derecho a la propiedad”, así como, en un sentido más general, el “orden establecido” propició que las medidas policiales y represivas primaran sobre las políticas sociales. Pobreza, locura y criminalidad se dan cita en contextos sociales deprimidos y en las instituciones tutelares y de defensa social. La seguridad se prioriza siempre sobre la salud en sociedades con desigualdades y déficit democrático, como las propiciadas por las actuales políticas económicas neoliberales. El preso psiquiátrico no sería, en este sentido, una mera construcción ideológica –superestructural- sino también un producto de la estructura económica y social.

Finalmente, debo destacar que, siendo un libro académico, Las prisiones de la locura…, tiene un componente de denuncia importante, al poner de manifiesto tanto la burocratización de las instituciones, como el desajuste entre lo que es y significa el discurso legal, científico, político, etc., en torno a dichas instituciones y las prácticas cotidianas en su interior; dicho de otro modo, lo que aparentemente pretenden ser y lo que realmente son. Todo ello, situado en un marco teórico nada desdeñable en el que numerosos autores, como Foucault, Goffman, Deleuze, Guattari, Bordieu, pero también Adorno, Althusser, Gramsci o Arendt, entre otros, van desfilando por las páginas de este libro con toda naturalidad, sin alharaca, excesos, ni arrogancia intelectual, lo que denota no solo la excelente formación del autor sino su buen criterio a la hora de fundamentar sus argumentos.

Culmina la obra con la presentación de algunas experiencias alternativas de gran interés que pasan por construir nuevos espacios jurídico-institucionales que, con un cierto aire basagliano, limiten el discurso estrictamente medicalizado y que superen, de una vez por todas, el concepto de peligrosidad como elemento central de las teorías y prácticas en torno a las personas con sufrimiento psíquico.

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3 thoughts on “Las prisiones de la locura

  1. Estimados,

    Estimados Rafael Huertas,
    Cómo podría comprar un ejemplar de este libro?
    Un salud muy cordial
    Allister Dias

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